lunes, 31 de marzo de 2008

Al norte con Pancho Villa

Paco Ignacio Taibo II fotografiado por Edith Luna


"Pancho Villa contó sus historias centenares de veces y otros contaron a otros lo que él les había contado. Y éstos a otros. Y así lo seguimos contando", lee Paco Ignacio Taibo II y aprovecha la pausa para dar una calada al cigarro. Cuando suelta el humo, sus ojos se entrecierran. Lee unas líneas más abajo: "Villa hablaba como si supiera que durante un centenar de años sería sujeto de apasionados amores populares, de enconados odios burgueses y material magistral para novelas que nunca se escribieron". Narrador, historiador, periodista y fundador del género neopoliciaco en América Latina, Paco Ignacio Taibo II sostiene en las manos un ejemplar de su libro más reciente: Pancho Villa. Una Biografía Narrativa.
El volumen de 854 páginas esclarece mitos y verdades acerca del líder de la División del Norte. Así revela un Villa que prácticamente no probaba el alcohol, que gustaba de las malteadas de fresa y las palanquetas de cacahuate, que fue ladrón de ganado y asaltante de caminos; un hombre cuya vida cambió en 1913 en Torreón y que al año siguiente, en la misma ciudad, cambió el rumbo del país entero. Taibo II luce a la vez agotado y satisfecho. Ha dado 48 conferencias en los 45 días que duraron en el Zócalo los campamentos de la Coalición Por el Bien de Todos. Aún así tiene tiempo para hablar de qué lo motivó a escribir el libro: "El personaje siempre me resultó enormemente atractivo. Además tenía la impresión de que se acercaban tiempos en que los mexicanos iban a preguntarse por un tal Francisco Villa. Entonces dije `me voy a echar dos años de mi vida en esto. Al final me eché tres y cacho". El fantasma de Villa cabalgaba desde hace tiempo entre las obsesiones del autor, quizá por eso esboza una sonrisa cuando se le recuerda que su novela Cuatro Manos comienza con el asesinato del caudillo. Ese libro también habla de un Premio de Periodismo Pancho Villa. Y en Mi Amigo Morán, otra de sus novelas, Villa figura entre los personajes.

Pistas por todos lados
Para escribir el libro, Taibo II pasó muchas semanas investigando las huellas del personaje por el norte del país. Asegura que donde quiera encontraba objetos, testimonios, fotografías. Ese exceso de pistas fue una de las dificultades de la investigación: "Donde quiera había material, pero más que información, encontraba desinformación. (Eso) me obligó a una revisión desesperada de centenares, millares de periódicos". "Estaba buscando testimonios más o menos directos, tantos como pudiera, que me permitieran confrontar para desarmar las versiones falsas. Había qué trabajar quitando, no poniendo, y sobre todo confrontando y ordenando". Como ejemplo, Taibo II cita una de las versiones más difundidas acerca del personaje: que Pancho Villa tomó su nombre del de un viejo bandolero con el que había estado en Chihuahua. "El problema -aclara mientras niega con la cabeza- es que no coinciden las fechas: encuentro en unos archivos cómo este viejo bandolero salió de la región de Chihuahua rumbo a El Paso hacia 1893. Villa no pudo sumarse a la partida de este bandolero sino hasta 1902, por lo tanto no lo conoció. Además si te quieres esconder es absurdo usar el nombre de un viejo bandolero, ¿no?". A la hora de redactar, comenta, la dificultad estuvo en tomar distancia para dejar que fuera el lector quien juzgara al personaje: "Mi misión era contarlo, y contarlo lo mejor posible. Establecer cuándo sucedía algo, por qué, en qué contexto. Por qué Villa estaba enfadado con éste o con el otro, por qué era un hombre irascible y porqué era al mismo tiempo un hombre de emociones fáciles. Quise contarlo, no juzgarlo". Pero en Pancho Villa. Una Biografía Narrativa se ve la intención de contar no sólo al hombre, también los mitos que lo rodean: "Hay capítulos enteros dedicados a contar la construcción mítica de Villa. Todo ese material me parecía muy interesante, pero había que darle su verdadero valor. Recurro muchas veces a esas frases como `de esto se dice' y `dicen que dijo' porque no tengo manera de establecer certidumbre sobre algo que me gusta. Algunas veces descarto directamente y digo `esto no es cierto'. Otras descarto con una sonrisa, diciendo `esto no es cierto, pero es bonito'. A fin de cuentas todo forma parte de lo que fue luego el personaje". "El anecdotario es de una riqueza inmensa. Me podría pasar horas contando anécdotas de Pancho Villa yo también, ¡ya me volví villista!", dice antes de que su voz estalle en una risa abierta, un poco contaminada por una tos seca, de fumador irremediable. Armar una biografía no era un desafío desconocido para Taibo II. Autor de un célebre libro sobre el revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara, escribió también Arcángeles, una colección de 12 relatos biográficos de líderes de izquierda. Esa experiencia, comenta, le ayudó a superar más fácilmente los problemas que surgían al escribir la biografía de Villa. No es casualidad que defina al revolucionario como un "arcángel de los jod...": "Lo defino así porque representa la ocasión de venganza de los agraviados en un país donde el agravio ha abundado entonces y ahora. Han pasado casi cien años, pero el agravio persiste, y persiste de manera dolorosa. No está mal que Villa regrese, está a toda m... Me alegra echar una mano al retorno de Pancho Villa". "En cuanto a la experiencia, Arcángeles me ayudó a encontrar maneras de escribir, de contar las historias -hace una pausa para cambiar de tabaco-. El Che me enseñó un montón sobre las maneras de investigar. Hablo del propio Che, no del libro: cuando discutía de cómo escribir Pasajes de la Guerra Revolucionaria, me ayudó a entender y a buscar. A veces tres personas que han estado en un mismo acontecimiento lo cuentan de manera diferente y no sólo eso, a veces contradictoria. Es un trabajo de poner en orden y luego contrastar." Para Paco Ignacio Taibo II existe una confianza excesiva de los historiadores mexicanos hacia los documentos: "El culto hacia el documento es muy chistoso. Se miente con tanta alegría en los documentos como en la memoria, en el registro oral, como en la entrevista, por favor -frunce el ceño y levanta las manos-. Además la ausencia de los grandes documentos del villismo lo hace más difícil: muy pocos partes están registrados, el archivo de la División del Norte desaparece con la caída de Chihuahua".

Tiros en La Laguna
En el libro hay varios capítulos dedicados a la Comarca Lagunera. Y es que las batallas libradas allí, señala Taibo II, son decisivas en la lucha revolucionaria: "Las batallas de Torreón son importantes: la primera (septiembre de 1913) porque Villa se dota de una artillería de veras, esa batalla construye la División del Norte. La segunda (abril de 1914) porque construye la derrota del huertismo. Es incluso la batalla más dura de todas las que hubo contra el huertismo y la que más difícilmente se define". El autor asegura que le tomó semanas en términos de investigación desentrañar la primera batalla de Torreón de la segunda, pues en la memoria de los supervivientes ambas se confunden. "No es fácil contar una batalla. Hay que contarla con una mezcla de materiales: la visión general, la visión estratégica, y las pequeñas historias. También fue muy difícil desentrañar la especie de "empate político" que se dio entre Velasco, que dirigía a los Federales, y Pancho Villa. "La segunda batalla de Torreón estuvo a punto de definirse de un lado o del otro varias veces. La primera batalla les había indicado a los federales cómo confrontar a Villa y él tenía poca paciencia. Estoy convencido de que hubo un momento en que estaba pensando en retirarse, y entonces la retirada de los federales provocó que la batalla de Torreón se definiera en favor de él. Pero estuvo en el aire". Además la segunda batalla de Torreón "es quizá una de las batallas más desinformadas de la historia de la Revolución Mexicana. Mientras estaba sucediendo, lo periódicos de la Ciudad de México decían todos los días cosas que no habían sucedido. Mentían descaradamente. O sea que toda la información de prensa directa no sirve para nada. La prensa de Chihuahua estaba censurada por el propio Villa. La única que podía filtrar algo era la prensa norteamericana a través de los corresponsales, pero Villa les cortó el hilo telegráfico para que no se supiera qué estaba pasando en Torreón, de tal manera que las tres fuentes de prensa directa no sirven".

La herencia de Villa
"Es todavía muy pronto para decir la forma en que Pancho Villa cambió mi vida, son demasiados años trabajando -asegura Taibo II. Se queda pensando un momento; Villa le sonríe desde la portada del libro-. Durante la redacción, Villa cambió mi vida porque tuve que consagrarme tiempo completo, 14 horas diarias, siete días a la semana, durante siete meses. Si no, la memoria no me daba. Necesitaba tener frescos los datos. Y luego sale un ladrillo de ese tamaño que asusta a los lectores... por otro lado quedé muy contento de cómo quedó el libro, espero que las lecturas empiecen a dar retroalimentación". "Villa cambió mi vida estos dos últimos meses de conferencias en los campamentos. He dado 48 conferencias en 45 de campamentos. De Historia de México, ante públicos que iban de cien personas a mil, con un montón de discusión, debate. Me dejó claro la intensa relación de los mexicanos críticos, de los mexicanos que pelean, de los mexicanos que combaten con su historia y la necesidad de su historia. Tenía planes para cuando acabara el Villa: tranquilamente dedicarme a una novela y descansar. En lugar de eso estoy metido terminando un libro chiquito sobre el cura Hidalgo y la historia de la guerra del Yaqui, porque hay que contar esas historias". Abierta sobre la mesa, junto al libro, descansa su agenda. Prácticamente todos los casilleros están llenos con nombres de ciudades norteñas: Monterrey, Culiacán, Chihuahua, Torreón, Saltillo... Mientras apaga el cigarro, Taibo II cierra la entrevista: "También tengo muchas ganas de esta gira por el norte a donde me voy ahora: dos semanas, una ciudad por día, en el norte de México, donde las huellas del villismo son más profundas. A ver qué pasa".

2 comentarios:

arturo ramirez dijo...

muy buenas publicasiones pero sobre todo muy buen historiador paco en hora buena hojala y nos dejes tu legado pd eres el mejor paco

J.D.C.G. dijo...

PARA MI ESTE SEÑOR ES UN FARSANTE Y UN MENTIROSO, SOBRETODO TODA LA HISTORIA QUE CUENTA DEL GENERAL VILLA ES DE OIDAS, ESTE IZQUIERDOS TEGIRVERSA LA VERDAD SOBRE LE GENRAL VILLA