Las historias se repiten. Si los tres mosqueteros eran cuatro -Athos, Porthos, Aramís y D’Artagnan-, no tendría por qué extrañarnos que el mejor trío de rock haya sido siempre un cuarteto: Metallica. Aquellos jóvenes rebeldes que escuchábamos antes hoy son cuarentones atribulados …y mejores que nunca.
Some Kind of monster, documental que recién se distribuye, expone a la banda en sus entrañas y revela asuntos importantes no sólo para quienes hemos seguido a Metallica desde los ochentas, sino para aquellos quienes recién se acercan al trabajo de estos músicos demoledores.
Fundado a inicios de los ochenta por James Hetfield (guitarra, voz) y por Lars Ulrich (batería), Metallica lleva poco más de veinte años haciendo ruido sobre la corteza terrestre. A ellos les debemos álbums imprescindibles como …and justice for all (1988) y Master of Puppets (1986). En todo este tiempo sus integrantes han tenido que superar obstáculos como la muerte del bajista Cliff Burton o la salida de elementos como Dave Mustaine o Ron McGovney. La crisis más reciente fue el abandono de Jason Newsted, bajista que llevaba trece años con la banda.
Esa rabia los empujó a una búsqueda que se extendió por más de dos años. Para enfrentarse a sus fantasmas, los músicos contrataron a Phil Towle, un sicólogo que los hizo zambullirse en ellos mismos. Allí el documental cobra valor porque nos muestra que Kirk, James y Lars no son inmunes a complejos cotidianos que compartimos muchos de nosotros: la angustia de no poder recuperar tiempos perdidos, el dolor de no ser respetado, el peso de ser huérfano, la presión de ser padre.
En dos horas y media somos testigos del proceso de composición y grabación de St. Anger, el disco más reciente de Metallica. Por primera vez las letras no son sólo responsabilidad de James Hetfield: son resultado de terapias colectivas, de sesiones profundas y difíciles, de no pocas discusiones. El producto son canciones potentes, honestas, cargadas de una vitalidad que comenzábamos a extrañar. Temas como Frantic, Dirty Window o la misma St. Anger son auténticas declaraciones de principios de estos cuarentones atribulados.
Asistimos también a una histórica reunión entre ellos y Dave Mustaine, actual vocalista de Megadeth. Allí continúa un capítulo que llevaba casi veinte años pendiente. Conocemos a las familias de cada uno, sus espacios domésticos.
Las heridas no podían sanar del todo mientras la silla de Jason Newsted siguiera vacía. La última parte del video muestra las audiciones para alinear a un nuevo bajista: el elegido fue Robert Trujillo, ex miembro de Suicidal Tendencies, excelente grupo con raíces hispanas que tiene música efectiva y letras contundentes. Con Trujillo, los tres mosqueteros vuelven a ser cuatro. Y veinte años después, siguen dando pelea.
2 comentarios:
y pocas bandas han logrado sobrevivir, al menos con la decencia que lo ha hecho metallica, como guns n roses que tambien era de mis favoritas pero ahora pues obviamente ya perdio todo su encanto. de todas maneras al escuchar esta musica uno si que revive sus años de prepa... no sabia yo de este documental lo voy a conseguir. oye por cierto se repite un parrafo en tu texto creo yo que no fue aproposito? saludos vicente.
A mí no me gustó tanto esta telenovela, pero hay que reconocer que han aguantado vara.
Hay que echarle un ojo al disco nuevo:Death magnetic, si quieres te lo paso luego.
Creo que en este nuevo disco han recuperando un poco del trash y el speed que tocaban en los ochenta, con algunas reminicesncias del St anger.
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