Textual, una nota publicada hace cuarenta años:
Sábado 18 de julio de 1970
EL SIGLO DE TORREÓN
Otro golpe a los narcotraficantes en esta ciudad
Aprehenden a la hija del Güero Chon
y a otra mujer.- Crimen aclarado.
La madeja de este caso tuvo su origen en la detención, llevada a cabo la semana pasada, del cargador Inés Ruiz Esparza y del albañil Pedro de la Rosa Silva (cuñado de Elisa) en cuyo poder se encontraron treinta y cinco kilos de mariguana “en greña”, lo que llevó a la policía a ahondar en sus investigaciones, pues de antemano suponía que todo aquello podía tener relación con alguna banda bien organizada de narcotraficantes, como así sucedió al llegar a la punta de este enredo.
Además, al ahondarse en principio las investigaciones y someterse a estrechos interrogatorios a Ruiz Esparza y De la Rosa Silva, la policía logró aclarar que éste último, en agsto de 1962 dio muerte al campesino Gilberto Sifuentes Ramírez en el poblado de Congregación Hidalgo, Municipio de Matamoros, Coahuila.
Origen de la investigación
A principios de la semana pasada, el Jefe de los Servicios Secretos, sr. De Anda, y el agente López Esquivel, entre otros, lograron detener a Ruiz Esparza y De la Rosa Silva, incautando en esa ocasión dos costales conteniendo no menos de treinta y cinco kilos de maléfica yerba, que se encontraba empaquetada en bolsas de polietileno.
En su descargo, De la Rosa Silva al ser interrogado declaró a la policía que la mariguana se la había dado a guardar días antes su cuñada Elisa, por lo que los agentes enfocaron sus pesquisas hacia ella, pero sin lograr de momento resultados positivos, pese a que se sabía que no había abandonado la región.
A mediados de la presente semana, Elisa promovió una demanda de amparo ante el Juzgado de Distrito en La Laguna contra la orden de aprehensión, que, afirmaba, sabía que existía en su contra.
En el Juzgado de Distrito se dio entrada a la demanda e inclusive se concedió a la promoviente, que tiene su domicilio en la calle 18 número 1704 norte de esta ciudad, la suspensión provisional de los actos reclamados, pero sin notificarse de momento oficialmente a las autoridades señaladas como responsables.
En consecuencia, la policía que por su parte continuaba con la pesquisa de la hija del Güero Chon logró saber que ésta se hallaba oculta con unos familiares que radican en el ejido Congregación Hidalgo, y hasta allá se dirigieron la mañana del pasado miércoles.
La detención de Elisa se efectuó a las nueve de la mañana del miércoles, conduciéndosele a la jefatura de los Servicios Secretos, y dos horas después, esto es a las 11 de la mañana, la Comandancia de Policía recibió la notificación de la demanda de amparo promovida por aquella, que ya estaba tras las rejas.
Denunció a su otra cómplice
Durante la mayor parte del miércoles Elisa estuvo sujeta a estrecho interrogatorio y fue así como terminó por confesar sus actividades que, dijo, se veía precisada a llevar a cabo por indicaciones de su padre “El Güero Chon” y al mismo tiempo mencionó a María Cereceda de Quezada como la persona que la “surtía” de la maléfica yerba, esta última acatando instrucciones de su esposo Adolfo Quezada Vásquez.
Elisa, quien dijo ser “una víctima de las circunstancias” e “instrumento” de su padre para proseguir el tráfico de estupefacientes a pesar de que “El Güero Chon” se encontraba desde hace tiempo recluido en la cárcel local, relató a la policía y reporteros la forma en que operaba la banda.
Declaró que desde el interior del penal, tanto su padre como Quezada Vásquez les hacían llegar a ella y a María las instrucciones sobre a quién debían venderle la mariguana, así como el precio que deberían cobrar por la misma.
Elisa mencionó que para surtirse de la maléfica yerba periódicamente iba a casa de María, que vive en la colonia Francisco González de la Vega (o) “El Cinco”, de Gómez Palacio.
Cuando por alguna circunstancia no contaba de momento con existencias de mariguana, ambas se trasladaban hasta un rancho cercano a Gómez Palacio sobre la carretera a Francisco I. Madero, allí se abastecían de la cannabis.
Después de eso, Elis se traía la mariguana a su domicilio en esta ciudad, en donde se encargaba de venderla, a razón de seiscientos pesos el kilo, sin expender “carrujos” debido a que no sabía cómo elaborarlos ni la cantidad que deberían llevar.
Posteriormente, y ello ocurría regularmente cada ocho o quince días, María enviaba a una persona a casa de Elisa para que ésta le entregara parte de las ventas de la mariguana, y el resto, dice la declarante, que se lo hacía llegar a su padre y a Adolfo.
1 comentario:
Cuando Torreon era trankilo y seguro... q triste q las cosas hayan cambiado para mal... :(
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