Un ciudadano
promedio de nuestra época oye muchas más veces Las Cuatro Estaciones que
aquellas que pudo escucharla Vivaldi. La razón es sencilla: para oír sus
piezas, el compositor veneciano necesitaba reunir una orquesta y montar la
obra, hoy, en cambio, basta buscar la grabación. Esta idea, que escuché cuando
estudiaba en la Facultad de Música, nos recuerda que nuestro acceso a las artes
es muy distinto del que tuvieron nuestros antepasados. Ya en 1936 el filósofo y
crítico alemán Walter Benjamin reflexionaba sobre las consecuencias que acarreó
esta posibilidad de reproducir las obras artísticas una y otra vez. Sobre
todas, Benjamin destacaba la posibilidad de poner la réplica, en forma de
fotografía o de sonido grabado en disco, en situaciones inalcanzables para el
original. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo: que hoy cualquiera puede tener
en casa una réplica de Las Meninas, escuchar una orquesta mientras corre o ver
Psicosis en su celular.
He recordado el asunto porque el miércoles estuve en el toquín de
presentación de Tic Tac, la más reciente grabación de Los Enanitos Verdes. Más
adelante explicaré por qué hablo de grabación y no de disco. Mientras tanto
quiero destacar que se trata de una de las mejores grabaciones de esta banda,
un poderoso trabajo que recupera el sonido que forjaron en Big Bang, otro de
sus trabajos clásicos. Armados con bataca, bajo y guitarra, coloreando las
atmósferas con cuerdas, metales, órgano y una pizca de percusión latina, los
enanos nos meten en un viaje que bien vale cada una de las 12 horas del reloj
que aparece en la portada.
Efectivamente: como en otras obras de los enanitos, hay en Tic Tac un
reloj involucrado, objeto que evoca una de las obsesiones de estos músicos
mendocinos: la relación espacio-tiempo. Algunos dicen que todo terminó, otros
dicen que la vida es larga… Veintisiete años después de la aparición de
Contrarreloj, su segundo disco, Los Enanitos Verdes parecen evocar aquel álbum
que los puso en la cima, pero no para vivir de viejas glorias, sino para demostrar
que pueden superarse a sí mismos. "En un tic tac todo se transforma en
nada (…) un tic tac y todo cambió", dice la letra del octavo track, el que
da nombre a esta grabación. Y sí, el tiempo cambia todo.
No es fácil
ser estrella de rock, escribí hace unas semanas refiriéndome a Lou Reed y a
Metallica. Lo repito. No cualquiera mantiene ese estatus por más de treinta
años. Los enanitos verdes lo han hecho: los 34 años que Marciano Cantero (bajo,
voz) y Felipe Staiti (guitarra) llevan tocando juntos se reflejan en Tic Tac.
Acopladísimos. Certeros. Todo ese kilometraje se nota en la grabación. Mientras
escribo escucho Cocktail, la cuarta rola del trabajo: un track que corre sin
prisas, pero sin pausas. A la impecable ejecución vocal hay que sumar que Marciano
Cantero está en su mejor momento como bajista: escuchamos un músico más
arriesgado, más creativo, que por momentos emprende descargas casi jazzísticas.
El solo de guitarra en esa canción demuestra por qué Staiti es una de las liras
más cotizadas del continente.
Ahora, ¿por qué hablo de grabación y no de disco? Porque las disqueras,
como los dinosaurios, están sentenciadas a transformarse o desaparecer. Con la
aparición de nuevas tecnologías que permiten replicar la música muy fácilmente,
el eje de la industria musical ha vuelto a ser el concierto, no el CD ni el
MP3. Las señales del apocalipsis están allí: no es casualidad que David Bowie
haya gastado sólo nueve dólares en la filmación de su último video, ni que
Metallica acabe de fundar su propia disquera, ni que Café Tacvba haya bautizado
su trabajo más reciente como "Ese objeto antes llamado disco". En ese
tenor Los Enanitos Verdes decidieron lanzar Tic Tac como banda independiente
bajo el sello Serafita Music, es decir, al margen de las grandes compañías
disqueras. Evidentemente todos estos artistas están explorando una nueva forma
de relacionarse con sus escuchas, que en el fondo es aquella que tenía Vivaldi:
una dinámica que vuelve a poner en el centro al músico y su público, no a un
enorme aparato de distribución plagado de intereses. Muy bien por Los Enanitos.
Por cierto, algunos tracks de Tic Tac se pueden escuchar en la página de la
banda (www.losenanitosverdes.net). También allí aparecen las formas en que se
puede adquirir la grabación.
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