Dado que en la semana no hubo asuntos de relevancia para el país, y que
últimamente todo en México marcha a la perfección, tuve alguna dificultad para
seleccionar el tema de este artículo. Está bien, exagero al decir que nada
ocurrió: ayer se disputó la final de futbol. Cómo se me iba a pasar eso que los
líderes de opinión llaman la guerra en calzoncillos. Pero ni modo de hablar de
eso en este espacio. Nunca he sido un buen analista deportivo, y además, en
algún rincón interno, una voz me decía: petróleos mexicanos. No sabía por qué.
Era una vocecilla apenas, algo así como un chapulín perdido en la sierra Del
Sarnoso, pero de todos modos decidí rastrearla. Entonces me acordé que una de
las mejores novelas que leí este año es Muertes de Aurora (1980, Ediciones de
Cultura Popular), de Gerardo de la Torre, estupendo escritor mexicano que en
marzo pasado cumplió 75 años, de los cuales ha dedicado 50 a la literatura.
Guionista, crítico literario y maestro de muchas generaciones, De la Torre
aprendió de los grandes los secretos del oficio: fue miembro del taller de Juan
José Arreola y alumno indirecto de autores como Juan Rejano y José Revueltas.
Aquella voz interna, petróleos mexicanos, cobró sentido en cuanto
invoqué Muertes de Aurora porque los lectores asociamos a Gerardo con el
béisbol y con la novela policiaca, por supuesto, pero también con la mayor
industria de este país: la petrolera. Ese vínculo es natural si revisamos su
biografía, pues hacerlo es repasar también algunos momentos significativos para
nuestra soberanía en materia de hidrocarburos. Por ejemplo: Gerardo de la Torre
nació en marzo de 1938, apenas tres días antes de que Lázaro Cárdenas nacionalizara
el petróleo. A los quince años entró a trabajar a la refinería de Azcapotzalco.
A los treinta y dos publicó su primera novela, Ensayo General (Joaquín Mortiz,
1970), cuyos protagonistas son trabajadores petroleros. En 1988 ganó el Premio
de Novela Pemex, que se convocó para celebrar 50 años de la expropiación, por
supuesto con una historia sobre petroleros. De su amplia obra podemos citar la
ya mencionada Muertes de Aurora y Los Muchachos Locos de Aquel Verano (Premio
de Novela José Rubén Romero 1994). En ambas se aborda la participación de los
trabajadores del petróleo en la vida pública de nuestro país.
Enmarcada en 1968, Muertes de Aurora se centra en un grupo de cuatro
trabajadores petroleros que simpatizan con el movimiento estudiantil y buscan
aportar su grano de arena para construir una realidad más justa. En 209 páginas
narradas con maestría, con una prosa poderosa, De la Torre nos sumerge en un
país convulso donde la represión se convierte en la respuesta sistemática a las
demandas juveniles. Un México de profundos contrastes: mientras en las
dependencias oficiales hay delincuentes de cuello blanco que son intocables, en
la calle las manifestaciones son disueltas violentamente. En el centro del
cuadro distinguimos a Jesús de la Cruz, extrabajador petrolero que trabaja en
una agencia de noticias y sueña con convertirse en escritor. Él y sus
compañeros de lucha asisten a las manifestaciones, intentan concientizar a
otros obreros de lo necesario que resulta involucrarse en los asuntos públicos
en ese momento de la vida nacional. Actuar, no sólo quejarse. Sin embargo, los
personajes que De la Torre nos entrega no son ángeles con casco y herramienta:
a lo largo de la novela, se sienten tentados por las comodidades y dudan
respecto a abandonar la lucha. A eso hay que agregar que no siempre comprenden
el carácter de las contiendas en que se ven inmiscuidos, y que en su entorno
laboral son continuamente traicionados por los dirigentes sindicales.
No es casual que tanto Vicente Leñero como José Woldenberg hayan
calificado a Muertes de Aurora como "la mejor novela que se ha escrito
sobre el 68". Y mientras en mi cabeza rebotan como un eco aquellas dos
palabras, petróleos mexicanos, sigo preguntándome en qué se basará, de dónde
sacará Gerardo de la Torre el material para escribir su próxima novela.
1 comentario:
"Muertes de Aurora" lo voy a tener en cuenta, muchas gracias por los datos. Saludos.
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